¿La ansiedad y su tratamiento?

La ansiedad es una activación del organismo a nivel corporal y psicológico en respuesta a una sensación de amenaza. A nivel corporal se puede manifestar con distintos síntomas como taquicardia, sensación de ahogo, rigidez/debilidad muscular, agitación/bloqueo motor (por ejemplo, temblores en las extremidades), sudoración excesiva, mareos, insomnio, etc.

A nivel psicológico se experimentan diversas sensaciones desagradables más o menos intensas y difusas, como angustia, miedo, preocupación, ganas de huir, pérdida de control, pensamientos negativos y recurrentes, etc.

Existen distintos tipos de trastornos de ansiedad como fobias, ataques de pánico, trastornos obsesivos, trastornos de estrés postraumático, trastorno de ansiedad generalizada, etc.

La ansiedad es una respuesta positiva y adaptativa del organismo dentro de ciertos límites, pero cuando se vuelve inadecuada o desproporcionada se convierte en un problema incapacitante que limita seriamente la vida de la personas.

Las causas de la ansiedad, fobias y ataques de pánico pueden ser muy variadas. Se pueden desarrollar fobias a los estímulos más variados, desde animales y personas a objetos inanimados como espejos o incluso a ciertas formas como los ángulos. Es más frecuente que la ansiedad y las fobias tengan un desarrollo en el tiempo más gradual y que los ataques de pánico suelan comenzar con un episodio traumático.

La respuesta de ansiedad se puede dar incluso sin que la persona sea consciente de lo que la provoca, y solo advierta los síntomas fisiológicos y psicológicos que la acompañan. Mantener este nivel elevado de alerta en el organismo supone un desgaste importante que puede provocar numerosas enfermedades físicas y trastornos psicológicos.

 

Tratamiento de la ansiedad, fobias y ataques de pánico

La sofrología es una herramienta muy eficaz en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, porque permite conseguir rápidamente profundos estados de calma y bienestar que reducen la sensación de ansiedad y proporcionan un alivio inmediato.

Además, con la sofrología se puede trabajar más directamente con las emociones, con esa parte inconsciente de nuestra mente, y así facilitar la modificación de aquellas reacciones exageradas de miedo, preocupación, angustia, etc. que están asociadas bien a situaciones o estímulos concretos o bien a contextos más generales o indeterminados, o incluso no conscientes, como puede ser el caso de una ansiedad generalizada o algunos tipos de ataques de pánico.

La duración del tratamiento puede variar según los casos, aunque ya desde las primeras sesiones se observan progresos importantes. También, la utilización de los ejercicios de sofronización fuera de las sesiones permite que la persona desarrolle más rápidamente un mayor autocontrol y confianza en sí mismo, y aumente su resistencia psicológica.

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